Llegué a sentir tu cuerpo...
llegué (por un momento) probar tus labios...
te abracé y estreché tu mano.
Fue poco tiempo, lo sé...
muy poco tiempo...
pero por tus fotos, creí que ya te conocía...
por tu voz, pensé que ya te sentía.
Dijiste que te hiciera el amor...
pero nunca se realizó...
porque lo que hicimos...
ni sé cómo se le puede llamar.
No se realizará más...
tu camino y el mío están distanciado...
uno del otro.
Esto es el adiós...
adiós a una pequeña, pero profunda ilusión...
que alimentó mi tan poca autoestima...
y que, quizás...
por tal motivo...
me hizo alejar de ti.
El jueves debió ser el día que te decía hola...
pero en cambio, fue el día que te dije adiós...
adiós al niño de la cara bonito...
adiós al niño que me hizo sonreír un instante...
que me hizo olvidar a Kevin y que...
por un momento...
me hizo recordar que podía volver a sentir.
Adiós al niño...
no, no me quiero despedir...
pero ya no hay vuelta atrás...
ya te borré...
y no porque quise...
sino porque tú me borraste de tu vida.
Me voy dejando atrás un deseo no cumplido...
el de poseerte...
el de conocerte...
el de abrazarte...
el de besarte...
y por qué no....
el de llegar a amarte.
Me da rabia que te vayas con una idea equivocada de mí...
no me permitiste ver lo bueno que hay en mí...
que vas mucho más de lo que viste ese día.
Mi sol se esfumo antes que dieran las seis...
y no volvió a salir...
nunca más.
Adiós, niño, cuyo nombre nunca me acostumbré...
adiós niño de aquel distrito conocido...
adiós niño de aquella universidad ficha...
adiós, Braulio...
adiós.
Fue un gusto, por un tiempo, conversar contigo!
Debería ya haber aprendido...
o al menos, ya estar acostumbrado!
Buen lugar, saludos
ResponderEliminarun placer es el haberto descubierto
ResponderEliminar