domingo, 23 de noviembre de 2014

Poniendo orden!




Las cosas en casa transcurrieron con total naturalidad salvo por una cosa... yo seguí medio pendiente sobre lo que hacía el brasilero. Hubo una semana que él  empezó a salir todas las noches y llegaba tarde... esto me fastidiaba, primero, porque aún me sentía atraído hacía él (aunque no en tono sexual)... segundo, porque cuando yo estuve en casa de mi madrina en los Estados Unidos yo tenía que acatar sus reglas y él, en comparación, parecía que no lo hacía pues mis padres no le habían dejado en claro cuales eran las reglas de nuestra casa. Pero esto no solo sucedía con él sino con mis hermanos menores... mi hermano salía de fiesta todos los fines de semanas llegando a altas horas de la madrugada y mi hermana, quien es menor de edad, podía estar fuera hasta tarde y mis padres no les decían nada.

Todo esto combinado provocó cierto stress en mi cuerpo que dio resultado con la aparición de granos, que desde hace tiempo habían dejado de salirme en mi cara, pecho y espalda. Como conté, antes de la llegada del brasilero, había hecho mi casa como mi burbuja... un lugar sagrado, donde podía estar tranquilo sin que nadie perturbase mi estado de ánimo; pero cuando llegó todo cambió al punto de empezar a volver a mis andanzas... con esto quiero decir, salir en las noches y llegar tarde... mas sólo porque el brasilero lo hacía y yo prefería estar fuera que en casa pensando con quién estaría o qué estaría haciendo.

Hice lo más sereno, calmarme y hablarlo con mi psiquiatra... ella me dijo que con quien debía hablar era con mis padres, pues a ellos les correspondía ser eso: padres; que no podía ponerme en una posición que no me correspondía (el tener que poner reglas)... y que tenía que hablar con el brasilero poniendo en claro las cosas que me parecían incorrectas, pero con tino como en su momento lo hizo mi madrina conmigo. Así que esa noche hablé con ambos (mis padres) y les planteé lo que me estaba pasando así como ellos me dieron su punto de vista.

La otra vez, mi hermano salió un domingo a las 8 de la noche diciendo que iba a hacer un trabajo de su universidad... eran las 5 de la mañana y no llegaba, así que yo le cerré la puerta con el cerrojo. En la conversación que tuve con mis padres, mi padre me dijo que no lo vuelva a hacer, pues él también vivió un tiempo en casa de su abuela y una tía suya le cerraba la puerta, por lo que sabía cómo se sentía y por ello no hacía eso con nosotros... mi madre opinó lo mismo. Con respecto al brasilero, mi padre lo tomó como que a mí ya me estaba molestando su presencia y por eso yo estaba así... dijo que me tranquilizara que mi madre hablaría con él (pues mi padre no le habla mucho que digamos). Quedamos que ellos hablarían con ellos, pero a la par yo podría tomar ciertas decisiones como hermano mayor que soy.

Al brasilero poco a poco empecé a decirle que respete ciertas cosas como por ejemplo al momento de salir avisé que este saliendo... que no este llegando tarde en día de semana... entre otras. Ahora él ha conseguido trabajo como mesero en un restaurante 'ficho' (donde va gente con dinero) y en cierto modo me tranquiliza, aunque también preocupa porque podría conocer más personas. Tal vez esto lo hago por celos o pura envidia al ver que él tenga con quien salir y yo no... aunque admito que después de haber hablado aquel día con mis padres, los días posteriores yo empecé a llegar tarde porque tuve lugares donde ir y personas con quien salir, pero al fin y al cabo es mi casa y yo puedo hacerlo... no él que es visita. Aunque trataré de no hacerlo más porque no se puede pedir a otro que haga una cosa si uno no lo cumple primero, ¿no?

pd. Ahora el brasilero dice que quiere quedarse hasta Febrero o.O!

5 comentarios:

  1. Este puto programa me eliminó todo mi comentario anterior, lo podés creer...???
    Te decía q me parece q no estás dejando (no sé por qué) q tus sensaciones y sentimientos fluyan libremente hacia el brasilerito. Eso te provoca tus visitas al ¿psiquiatra? (estás loco q te hacés tratar por un psiquiatra...???), tus depresiones y tus sintomatologías corporales.
    Mi sugerencia:
    1- olvidate q sos 'enamoradizo' y todas esas pelotudeces y disfrutá al brasilerito como realmente lo querés disfrutar: en la cama.
    2- dejá al psiquiatra para los locos y hacé terapia psicológica (al menos no te indicará medicamentos q atontan a la persona y no la dejan pensar libremente).
    3- olvidate del comportamiento de tus hermanos y padres y dedicate a disfrutar de tu vida q es una sola y no vuelve a repetirse.
    Es lo q yo haría.
    Besos!

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  2. Si estas en una casa ajena hay que saberse comportar digo yo.

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  3. Quizá debas tranquilizarte con el brasileño, recuerda que está en un lugar fuera de casa, lo normal es que quiera salir y conocer tanto lugares como gente y divertirse, nadie sale a otro lado sólo para encerrarse en casa, y si ya estás reconociendo estos sentimientos en ti deberías hacer algo al respecto, saber que prefieres no salir o de plano salir también, conocer otras personas.

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  4. Cari.

    Creo parcialmente en lo q dice Luckitas, tú a lo tuyo, que solo se vive una vez y creo que estas muy pendiente de lo que te rodea y no conectas contigo mismo, y coincido con Pancho en que la visdita debe guardar formas y ciertas cortesías, o irse a vivir solo.

    Respecto aesa sensación entre amor y envidia... yo creo que es justo por la situación emocional que tienes, deja que e viva y vive tú, y en ese sentido habla con tus señores padres sobre lo que necesitasy claro no hagas lo que no quieres que te hagan, se congruente.

    Abrazos y una recomendación para no somatizar es tomar flores de bach, o hacer ejercicio.

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  5. Hola, Erik. Creo que no sé toda la historia completa. ¿El brasilero vive en tu casa?
    Y siendo así, ¿Por qué?

    Ando un poco perdida de la historia.

    Saludos!

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