domingo, 23 de octubre de 2016

Lo que sucedió hace un año (dejar de huir)!






Era Octubre del año 2015 cuando todo empezó de nuevo a ir mal... la persona que había conocido, que estaba conociendo, se iba... se iba de mí sin que yo pudiera hacer nada. Haberla puesto en primer lugar hizo que todos los demás puentes que interlazaban y que, con mucho esfuerzo, había construido... cayeran. Uno por uno, se fuera por el precio tal cual le sucedió a Riley en la película Inside-out. Me volvía a cuestionar algo que ya había creído cuestionado... volvía a sentirme miserable, feo, inseguro y ridículo.

Los meses pasaron, fin de año llegó y nada mejoró. Alegría, luz, sol, alegría había a mi alrededor; pero en mí... en mí sólo habia tristeza, ira, vacío, frustración... y unas grandes ganas de mandar todo al diablo. De acabar con mi vida... de ponerle fin a mis días. Me aisle... no quería ver a nadie... yo no estaba feliz y no quería fingir ante nadie. Rompí el 'celular' (móvil), lo hice añicos... no me importó. Cerré toda red social... no quería saber nada de nadie. No importaba nada... no me importaba ver la gente llorando a mi alrededor... me daba rabia... ¿por qué? ¿por qué mierda lloran? ¿qué carajos le importa mi estado de ánimo? ¡Que se metan en su vida y a mí... simplemente, no me jodan!

Quería largarme... irme... quería huir del dolor... "es la única solución", me decía. Por eso me fui... me fui a Brasil... so pretexto para practicar portugués... me largué. Lloré, vaya si lloré... fue el vuelo más triste, fue el vuelo más triste que he tenido... me quedé dormido de tanto llorar; puesto que no me quería... realmente, no me quería ir... pero me estaba yendo. Cuando desperté, la emoción... la emoción del lugar nuevo... de conocer algo nuevo. Irme por aquí, irme por allá... todo a mi ancha... sin dar explicaciones a nadie. Sin embargo, no todo era tan bonito.

La soledad, la soledad de estar en un país lejano... el vacío de no tener a esa persona a mi lado... por momentos venían a mí tal cual fantasmas del pasado... pero con las mismas se iban. Cierto, no todo fue tan bonito, pero tan poco tan feo. La oportunidad de saber lo duro que es la vida... la oportunidad de darme cuenta de mis inseguridades... nuevamente, la emoción de un nuevo lugar, me embargaban. Me creía fuerte como para luchar contra ellas... y así fue... pero no por mucho tiempo. Las cosas empezaron a irme mal... las cosas no salían como quería... y no tenía con quien hablar... no tenía con quien desahogarme.

No podía llamar a casa a contarles lo que me estaba pasando... no podía hablarle a los amigos porque lo que quería era tenerlos al lado. Me refugiaba en la cama... ni siquiera podía llamarla mía porque yo no la había comprado... no salía, todo me daba pereza, extrañaba Lima... vaya que la extrañaba... me sentía solo, feo, flaco, inseguro y lo único que hacía era acurrucarme en la cama... viendo videos para olvidarme un poco de la realidad que vivía. Insomnio... no dormía a mis horas, no comía... habían dias que no comía nada... y allá, ¿a quién le importaba? ¡A nadie! ¡A nadie le importaba!

Buscaba y buscaba alguien que me dijera cómo vivir... fumaba cajetilla tras cajetilla... tomaba trago tras trago... lloraba y me frustraba noche tras noche. Hasta que me levanté y dije "esto no es para mí". Yo no vine buscando un futuro... yo vine huyendo de un pasado. Era hora de volver... era hora de enfrentarme a aquello que tanto miedo había acarrado. No, no fue fácil... cuando volví las puertas no se me abrieron de par en par... a decir verdad, aún no lo están. Pero aprendí... aprendí que de lo malo siempre se puede sacar algo bueno. Quizás no de la manera que uno quiere... pero siempre se puede ver luz al final de un túnel.

Hoy, a un año de ese acontecimiento, estoy pasando por una historia similar... que aunque haya quienes no la entienden, son historias... mis historias. Hoy no voy a huir... quiero decir que sabré cómo salir, pero la verdad es que NO TENGO NI LA MAS MÍNIMA IDEA de cómo salir... pero saldré, sé que lo haré... o al menos eso espero. No, necesito su ayuda... no necesito la ayuda de nadie... porque la única mano que me puede levantar... es la mía. Es la única. Tengo que volverme a parir... aunque sea hombre y no sepa cómo... Dios, vaya que tengo que volverme a parir... para salir de ésta y dejar de huir!