domingo, 18 de septiembre de 2016

Tan lindo como un osito (Parte 1)!





Era viernes de la semana pasada... eran cerca de la medianoche cuando llegué a su casa. Me recibió abriendo la puerta. Era más bajo que yo, tes clara, delgado pero llenito... cabello ondulado pero corto, ojos y pestañas bonitas... para qué negarlo, era lindo. Me saludó (dio la mano) y me llevó hasta su edificio. Subimos por el 'ascensor' (elevador) y él me dio la espalda. ¿Por qué?¿Por qué lo hizo? 

Entramos en su departamento y habían dos chicos sentados... ¿Qué sucede acá... no íbamos a estar solos? "Es la habitación del fondo" - me dice invitándome a pasar de largo. Llego, entramos y él toca la puerta del baño. "¿Quién estará ahí?" me pregunto. Él empieza a hablarme, yo estoy muy tímido. "Comparten cuarto... quiero decir, el departamento" - comento nervioso. "Sí, es lo mejor" responde. Acto seguido me enseña su pasaporte... vaya, al menos un tema de conversación. Vuelve a tocar la puerta del baño. 

Después de un rato, la persona del baño sale... me extiende su mano, le respondo del mismo modo. Esta nueva persona me empieza a hablar... se ve que es mayor, contextura delgada, pero se nota que va al gimnasio... le sigo la conversación, pues el que me recibió entró al baño. Seguimos hablando hasta que sale. Le pregunto el nombre al desconocido y me dice "te lo dije por whatsapp, Juan Alberto". Quedo sorprendido. Con quien había estado hablando era con éste tipo y no quien me recibió. Pero si yo recuerdo que la foto era del otro (de quien me recibió) y no la de él.

Disimulo mi asombro y sigo la conversa. El que me recibió sale de la habitación y yo, en un descuido de Juan Alberto, veo nuevamente el pasaporte para fijarme en el nombre... luego de leerlo, lo dejo en la cama, donde se encontraba. Me siento al borde de la misma mientras que Juan empieza a hablar. Es entonces cuando entra el otro y le pregunta a Juan por comida. ¡Estoy confundido!

Luego de unos minutos, el que me recibió entra y se sienta al otro borde de la cama. Le pregunto su nombre y su edad... Moises, 23 años... mientras que Juan tenía 24, pero parecía de 26 o 27. Continuamos hablando los 3 mientras que Moises pone música vía youtube. Apaga la luz y se sienta, acercándose a mí. Yo me alejo... tengo esa costumbre de hacerlo. Pido ir al baño y cuando vuelvo, Juan también está sentado en la cama y Moises al medio. Me siento en el otro extremo y en cada insinuación, cambio de tema.

Son las 2 de la mañana... amigos del otro chico que vive en el departamento, han llegado y se han puesto a beber mientras nosotros seguimos en el 'cuarto' (habitación). Les digo que ya es hora de retirarme y Juan le pide a Moises que me acompañe hasta fuera. Salimos sin decir nada a nadie... me acompaña al 'ascensor' y ya adentro me dice "pensé que harían 'algo'... por eso me salía a cada rato" - a lo que rápidamente respondo "No, porque al que vi en la foto y quien me gustó... fuiste tú". Me queda mirando.

Se abren las puertas del ascensor y él sale lanzando una carcajada. "Jajaja y por qué no dijiste nada... yo también quería contigo, pero pensé que el que te gustaba era mi amigo" - a lo que respondo - "No, quería contigo, pero pensé que tú no querías nada" -  a lo que responde - "me acercaba a ti y tú te alejabas... jajaja... ¡Qué monce (tonto) eres! Bueno ya fue, ya no estamos ahí... chau" y me da un abrazo mientras vuelve a la puerta del condominio.

Sucedió lo mismo que con el chico de Tarapoto... ¿otra oportunidad perdida? ¡Por supuesto que no! Tomo valor y voy tras él... lo volteó hacía mí y le planto un beso... beso que fue correspondido por él. "No, aquí no" - me separa - "los vecinos" - agrega. "No me importa" - le digo mientras le planto otro beso. "Sí, pero yo nunca hago nada en lugares donde me puedan ver" - me dice.

Entramos nuevamente al condominio. Le beso y me lleva al ascensor... una vez dentro, me empieza a desbotonar el pantalón... saca mi miembro y se lo mete en la boca. ¡Mierda! - pensé - "Estás loco" - le digo, pero sin detener lo que está haciendo. Se levanta, me besa... se voltea y se soba contra mi cuerpo. Un sonido frena de golpe la acción y aprieta el botón para ir arriba. Al final nadie venía... fue cuando me dijo "Quiero hacerlo contigo" de una manera nerviosa. 

No había lugar y no podíamos regresar porque su primo (Juan Alberto... sí, era su primo) ya estaba durmiendo y volver a entrar al apartamento, luego de haber salido sin decir nada... como que no le pareció buena idea. Me dijo para ir a una cancha de fútbol que había por ahí... que tenía unas bancas... pero al llegar, la reja estaba cerrada. Nos sentamos en las escaleras. Nos ponemos a charlar. Me dice para ir al último puso, pero no... no hay azotea en el lugar. Me comenta que no vive ahí... que está de visita, pero capaz se mude por un nuevo trabajo que ha encontrado y donde tiene que ir bien presentable.

Seguimos hablando... él en un escalón y yo en el siguiente, así puedo abrazarlo estando de espaldas. Me jura y rejura que nunca había estado así con nadie... que no le gusta demostrar afecto ni en la calle... ni siquiera con una chica... sí, se define como bisexual. Lo miro y le digo "pareces tan lindo como un osito teddy" - a lo que frunce el ceño y dice "calla 'tarado' (gilipollas)".

Han pasado 2 horas desde que estamos afuera. Hemos pasado de estar sentado en un escalón debajo de mí... a sentarse en mis piernas. "Cómo me gustaría que la noche durará más" - me dice, medio somnoliento. "Quiero dormir contigo" - agrega. Luego de unos segundos, se duerme en mis brazos... lo tengo cargado tal cual bebé. La música de su apartamento se ha apagado y ahora han empezado a cantar. Son cerca de las 5 de la mañana y ellos no se callan.

Quince minutos después, Moises se levanta... lo beso, me besa. Me levanta de las escaleras y me desbotona el pantalón... se baja un poco su pantalón... me coloco el condón que llevaba en la mochila y lo penetro. Ahí en las escaleras... en el edificio del condominio. No ha pasado mucho cuando me advierte que quiere 'venirse' (eyacular). "Hazlo" - le digo. Acto seguido 'se viene'. Le tengo que tapar la boca con una mano porque lanzó tal gemido que podía despertar a sus vecinos. Lo beso, me besa contento.

Yo no he terminado... pero no me importa. Me quito el condón, me subo el pantalón y le doy papel para que se limpie... y de paso, limpie lo que ha ensuciado. "Nunca me había venido tanto ni tan rápido" - me dice. Terminamos de arreglarnos y le digo que ya me voy yendo... para esto, ya le había dejado mi número anotado en un papel. Me abraza, le beso y me voy mientras él regresa al apartamento.

Me voy algo contento... de verdad, me sentí como una escena de Frame y Book, de una serie tailandesa que estuve viendo...





Continuará...


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