miércoles, 18 de noviembre de 2015

A una semana! (¿Cuánto más?)






Ha pasado una semana desde aquella vez... una semana desde que te volví a ver. Me encontraba nervioso porque sabía a lo que iba... sabía que ya no ibamos a más. Intenté ser positivo y te hablé como antes para ver si esto te haría cambiar de opinión... pero no, tu decisión estaba hecha y yo... yo solamente tenía que aceptarla. 

Extrañaba tus besos, pero si no me acordaba cómo eran ellos. Quería probar por eso tus labios, pero no me dejaste. Quería sentir el calor de tus manos, pero no estaban ni tibias. Tu aroma también era distinto... ya no era ese olor que te tenía característico. Entonces, ¿de qué me lamento? Cuando te besé... por más que lo intenté... no sentí en tus labios placer. Cuando te abracé aquella vez... tu cara tenía otro rostro. Debo admitir que me acordaba de ti más por tu foto. Me apasioné por tu piel sin siquiera haberla probado... o bueno, sí lo hice; torpemente, pero lo hice... aunque de eso tampoco ya me acuerdo.

No pensé que esto podía pasar... que al final quisiera tener algo cuando ya no tenía nada. De verdad... que no quiero hablar de este tema. Me encuentro parado en un desierto, sollozando... reteniendo cada lágrima... porque esa vez, aquella vez... era la última vez que te veía. No te volveré a ver de la manera que te he visto anteriormente... ya no podré hablarte como antes lo pude hacer... y eso, mata mi ser. Pensé que era dueño de lo que "podría ser"... pensé que esta vez era el creador de este juego... y terminé siendo un peón que perdió por querer perseguir dos torres.

Detrás de la espera de algún mensaje tuyo, podía ver pasar al destino riéndose tal cual asesino... señalando, apuntando y soltando una risa cruel. Por ello, te cité... para poner fin a ese juego maldito de 'volverse a ver'. Es triste porque al final quise encontrar algo más allá de esa mirada fría tuya... pero no, ello jamás lo logré. Decidí poner fin a mi dolor externamente... aunque aún hay un grito en lo interno. Hoy, estos versos no son más que uno de esos lamentos... lamentos que no logro entender de qué, pero que están ahí... arraigado en mi ser.


"No pensé que era amor"
(interpretada en la obra Av. Larco, Lima - Perú)




Me sienta mal recordar esa noche de karaoke... esa noche que te tuve y no te quise tener. Mierda! Me sienta mal escuchar aquellas canciones que escuchamos esa vez.

¿Sabes lo que más me jode? Ver las calles ya decoradas, pues se acerca otra vez las fiestas navideñas... y yo siga tal cual como el año anterior y al anterior... solo. Sí, me jode estar solo, ¿Qué pasa? ¿No puedo estarlo acaso? ¿No puede uno estar un rato acostado en el suelo... sintiendo ese frío tan rico como el más frío de los inviernos? No siempre se puede estar de pie... a veces las piernas se cansan y el cuerpo exige de alguna manera u otra, reposo.

Cierto, este año es diferente a los anteriores... hay un grado de 'maduración' del árbol... pero no es suficiente. Dicen que lo bueno se hace esperar... pero, disculpen que ría con ironía... pues hoy por hoy, veo al futuro hacerse flaco... y que la vida no es más que un rato. Me siento peor que mesero que sirve los platos... viendo a los demás comer mientras él tenga esperar el último turno para servirse un sólo plato. 

Por querer perseguir dos conejos, terminé cayendo en mis propias trampas... ojala esto no hubiese sido así, pero fue así. Me robaron mis opciones, pues no vi bien el juego. Todo se fue, traicionaron mi fe... y nadie sigue sin entender cómo la pase. Cuánto más tendré que seguir esperando en la ventana... cuánto mas deberé dormir solo en la cama... cuánto más seguiré sirviendo platos en vez de disfrutar yo del festín!






2 comentarios:

  1. Es normal que te sientas así, la persona que querías se fue, y pues nada, sólo falta que pase el tiempo para que te vuelvas a sentir bien, parece que no lo lograrás y que esa sensación de soledad no se irá, pero como bien lo dicen "el tiempo cura heridas".

    ResponderEliminar
  2. Vaya, sí que estás destrozado. Pero descuida, pasará. Qué más te puedo decir?
    Aunque quisiera decirte algo, no pasa de un mantra de autoayuda que bien podrías encontrar en cualquier lado.
    No sé qué decirte porque, en cierto punto, estamos iguales.
    Algunos la tienen fácil, otros difícil. Sabemos qué lado nos tocó.
    Tal vez es lo mejor.
    No es lo mismo querer que ser querido, verdad?

    ResponderEliminar