domingo, 14 de febrero de 2016

Primer mes en Brasil I






Ya va un mes y medio que me encuentro en Brasil... antes que ocurriera lo que ocurrió, había comprado un pasaje para pasar año nuevo en Rio de Janeiro... pero tras los eventos que ocurrieron, decidí quedarme los 3 meses que me darían de estadía. Sentí que necesitaba un descanso... un stop para poner en claro mis ideas. Quizás, lo único que quería era huir... pero a veces, se necesita salir de en medio de los problemas para poder resolverlos desde otro punto de vista. Lo ocurrido con Kevin fue un detonante para mí... otro "amor" que se iba y yo sin poder hacer nada. A mis 25 años esto no deberia afectarme tanto, pero como ya he contado... yo no he tenido propiamente lo que se le podría llamar una relación... al menos una 'sana'... por eso que aún estas cosas me chocan.

Admito que no fue fácil... desde Nueva York, nunca pensé que volvería a salir fuera de mi país para morar en otro (aunque fuese por un corto tiempo). Además, esta era una oportunidad ya que acababa de terminar el curso de portugués con notas satisfactorias... y qué mejor lugar que Brasil para practicar lo aprendido. Aunque no todo era tan maravilloso... pues esta vez, realmente, venía a la nada... no sabía qué haría, si lograría abrirme paso por este país desconocido... me asustaba pensar en ello, pero quería hacerlo... en cierto modo, necesitaba hacerlo.

Por eso, la mañana del mismísimo 31 de Diciembre, tomé el avión rumbo a Rio de Janeiro (haciendo una parada en São Paulo para cambiar de avión). Fue el vuelo más triste que tomé en mi vida... a mí me encanta volar, pero no me encontraba en las condiciones exactas para hacerlo. Como era un avión grande, tenía mi propia pantalla de televisión para elegir qué película o qué música escuchar... entre las elecciones, escogí el album de la película "Grease" y me puse a escuchar la canción "Sandy" del mismo.

"Sandy"
Grease




Lloré... gracias a Dios no había nadie a mi costado... nunca imaginé llorar en un avión. Recordé a Kevin... recordé a mi madre quien días previos había estado escuchando canciones de la película. No sé si reflexionar o sentir pena de mí (para variar e.e)... pero así fue. Entre sollozos me quedé dormido... cosa buena, pues así no sentí el cambio de horario (son 3 horas de diferencias entre Lima y el sudeste de Brasil).

Desperté antes de aterrizar en São Paulo. Pasé migraciones sin que me hicieran ninguna pregunta (algo bueno de tener la visa americana) y me dieron los 3 meses que quería. Salí del mismo y me dirigí al siguiente terminal, pues tenía que hacer cambio de avión para Rio de Janeiro. Mientras esperaba, busqué alguna 'tomada' (enchufe) y me di con la sorpresa que aquí eran distintas a mi país. Algo engraçadinhas también. Lo bueno que en el avión, el asiento tenía una 'tomada' normal, por lo que pude cargar mi 'celular' (móvil).

Tomada brasileira

El avión aterrizó a las 20.30 horas (8.30 de la nochel)... el aeropuerto no me pareció tan bonito como pensé... recogí mi maleta... cambié un poco de dinero a la moneda local (Reales) y salí a esperar el bus que me llevaría a Botafogo. Esperando en la fila, conocí a un señor que se encontraba conversando con una pareja de esposos que eran de Belem (otra ciudad brasileña). Me acerqué a preguntar por el bus rumbo a Botafogo ya que quería ir a Copacabana a ver los fuegos artificiales... ellos me explicaron que también estaban esperando, pero el bus estaba demorando. Quisimos tomar un taxi, pero el taxista quisó 200 reales... ellos se opusieron. Llegado las 22.30 (10.30 de la noche) llegó el bus... el costo R$14,00.

Me senté al costado del señor quien me fue explicando como era la ciudad y qué lugares no era recomendable que yo fuese. En el camino fui viendo la ciudad... estaba desolada, vacía... pero mientras ibamos llegando a nuestro destino, empezamos a ver gente. Llegamos a playa de Botafogo a las 23.20 (11.20 de la noche)... yo tenía que ir a un hostel que había reservado por internet, pero si iba, no me daría tiempo para llegar a los fuegos artificiales; por lo que decidí ir con maleta y todo a la playa de Copacabana. Además no estaba solo... el señor y la pareja de esposos iban conmigo.

En el camino ya encontrabamos a un montón de gente que caminaba en la misma dirección... muchos chicos y chicas bien parecidos se podían ver alrededor. Algunos chicos sin camiseta y, es que en verdad, hacía un calor 'de los mil demonios' (demasiado). Pasamos por los túneles que conectan la playa de Botafogo con Copacabana y la gente empezaba a gritar... llegamos justo cuando empezaban a reventar los primeros fuegos... justo para recibir éste nuevo año 2016! 



Continuará...



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